martes, 8 de marzo de 2011

Reflexión 2.0...

...O CÓMO VEO YO LAS COSAS...


Profesionalidad, elegancia, saber estar, "arrieritos somos y en el camino nos encontraremos", honestidad, simplicidad, claridad...
Así es como deberían ser en general las personas, pero hoy me voy a dedicar solamente al mundo del baile.

Todas estas cualidades son muy importantes para profesoras, bailarinas e incluso alumnas.

Con Elegancia no me refiero a la elegancia de Isabel Preysler (aunque es su caso la elegancia venga a compañada de la "dieta de la piña" y del bisturí), me refiero a la elegancia y el saber estar. Ser simple, honesta, clara. Para una profesora es saber cual es su papel y cual es el papel de las alumnas. Nunca utilizando la prepotencia por supuesto, pero manteniendo esa distancia y ese respeto, respeto hacia las alumnas y por supuesto hacerse respetar por ellas. Y es que personalmente no hay nada pero que la "profe-colega-de cañas". Para charlar del fin de semana ya tenemos el bar de la esquina... y sobretodo, para charlas de "amiguitas" siempre fuera de clase. No queda nada elegante el dar la clase solo a tu "compi" y al resto dejarlo de lado.

Para las alumnas va un poco en el mismo camino. Saber quien eres, tener claro a lo que vas y sobretodo respeto primero hacia la profesora y segundo a las compañeras. Ahí vamos todas por libre, nadie no os obliga, y además pagamos y en ocasiones cantidades un poco elevadas (que la calidad de la profesora lo requiere)... y el tener que aguantar a la graciosilla de turno, o a la charlatana de la clase... pues que mira, que yo no vengo a perder el tiempo, si esta gente quiere hacer amigas... creo que tienen que saber donde estan y si es el sitio adecuado.

Y para las bailarinas lo separo porque no todas las profesoras son bailarinas ni todas las bailarinas profesoras. Una bailarina tiene que ser elegante, diplomática, con saber estar, honesta y siempre siempre RESPETUOSA. El "Divismo" vamos a dejarlo para los años 50 con estrellas como Ryta Hayworth o Greta Garbo... y es que todas, y más en este mundo nos conocemos... sabemos de donde viene cada una... y como decía al principio de todo "arrieritos somos..." Nunca podemos despreciar a ninguna compañera, ni por sus cualidades físicas, ni interpretativas, ni personales... porque la vida nos sorprende. Para ser bailarina sobretodo hay que ser PROFESIONAL. Y no me refiero a la profesionalidad en plan "cobrar por trabajo hecho" ya que pocas bailarinas en España viven exclusivamente de ello... me refiero a la profesionalidad como persona, respeto hacia las compañeras, sean de tu propio grupo o invitadas, respeto hacia la organización, respeto a las condiciones de trabajo (y si no... que no las acepten). Honestidad y dejar al lado las envidias y no querer "rapiñear" o desprestigiar el trabajo de otras, en definitiva no pisotear la imagen de una compañera para llegar más alto. Porque aunque pueda parecer que las bailarinas somo así, frívolas, que solo vamos al sol que más calienta o quien nos dora la píldora... por suerte y en general no es así. Somos gente normal, que adoramos la danza... y que rara vez es que en un festival no salgas con 50 nuevas amistades.

Sé que lo que pongo aquí, quien más y quien menos lo ha vivido, o se siente identificada o incluso alguien se picará... quien sabe. Me gustaría oir toda clase de opiniones, pero siempre desde el RESPETO como decía antes. También son, y muy bienvenidas, opiniones de los allegados, como lo véis desde fuera... o de otros sectores del arte y deporte.

Es algo que todos sabemos, pero creo que no está de más que de vez en cuando nos paremos a pensar quienes somos, cómo empezamos en este mundo, a que venimos y que queremos conseguir...

¡Muchas gracias!

3 comentarios:

Madame Alasnegras dijo...

Bueno, estoy de acuerdo con todo lo que has dicho, cuando estás dando clase, estás dando clase, y si la única alumna es tu amiga, compórtate como quieras, pero si alumnas hay más, compórtate como profesora.

Esto es así en todos los ámbitos, al fin de al cabo, somos seres sociales y te estás refiriendo aquí a conductas, y conductas las hay en todos los sectores del mundo mundial.

Un principio espiritual es no juzgar, pero es muy difícil llevarlo a cabo. ¿Imaginas la paz que sentiríamos si dejasemos de juzgar? Creeme que lo intento, a diario y a todas horas, pero ¡¡¡por favor!!! lo que no podemos permitir es que haya gente que se crea con derecho de juzgar negativamente y además verbalizarlo, un poco de por favor, y de respeto, la palabra es muy poderosa, utilicémosla apropiadamente.

Besos.

el_Coli dijo...

Interesantes reflexiones las que haces, me alegra ver que alguien comparte mi concepción de las cosas.

Desde mi punto de vista la profesionalidad no la da cobrar o no por hacer un trabajo, es tomárselo en serio y con respeto, sin esperar nada a cambio. Lo más aproximado que hago en mi vida a el baile es la fotografía, y lo único que espero es hacer un buen trabajo, que me apasione y me divierta, no la retribución que venga después, de hecho los mejores trabajos que he hecho últimamente han sido gratis, he regalado las fotos, porque las había hecho para mí, y yo no tengo valor para cobrar algo que he hecho porque quería hacerlo.

En fin, cuando la gente pierde el tiempo en sólo decir cosas malas de los demás, en hacer feos y en no respetar su labor lo único que demuestran es su inseguridad y que no son capaces de brillar por ellos mismos. Y es que la envidia es mala consejera siempre, y sobre todo, antes o después el tiempo les pone en su sitio.

Te animo a seguir siendo tan buena en tu labor como bailarina, a la vista está como tú y las perdonas de las que estás rodeada brilláis, y como profesora, los que tenemos suerte de compartir tiempo con tus alumnas sabemos lo mucho que aprecian tu labor y, también a tí.

Y yo lo entiendo perfectamente.

Javier Muñiz dijo...

Hola, íntimo blog, preciosas y profundas letras,si te gusta la palabra elegida, la poesía, te invito al mio,será un placer,es,
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gracias, buen jueves, besos sinuosos...